
Aquí va un ejemplo de tecnología punta sexual japonesa que ya puede adquirirse en nuestro país.
Se llama “Sqweel” y se trata de un fantástico simulador de sexo oral. ¿Sabéis lo del accesorio de las batidoras para montar claras de huevo? Pues el invento funciona de manera similar. Son diez lengüitas que giran a gran velocidad de manera incansable, algo que el mayor experto en cunnilingus del planeta es incapaz de realizar sin que su salud peligre. Tiene tres velocidades de rotación y como podéis ver sus dimensiones son razonables. Cabe en la palma de la mano. Chiquito pero matón.
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